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miércoles, 2 de mayo de 2012

AVANCES EN EL TRATAMIENTO DEL SÍNDROME VARICOSO DEL EMBARAZO



Palabras clave: Escleroterapia, aethoxyskerol, várices, embarazo

Los trastornos varicosos constituyen uno de los problemas mas frecuentes en la mujer, sobre todo en la embarazada y constituyen un dilema en lo referente a su manejo, prevención y tratamiento.
La dilatación venosa, el aumento de la compliance, el retardo en el flujo, el aumento en la presión venosa, constituyen cambios fisiológicos propios de la gestación. Estos se fundamentan en un factor hormonal, mediado por la progesterona que relaja la paredes venosas, y un factor mecánico dado por la compresión de la vena cava por el aumento de tamaño del útero, favorecido por una disminución en la actividad física.
Cuando a estas alteraciones se suma la incompetencia de las venas comunicantes, aparece el reflujo hacia el sistema superficial, hay extravasación de líquidos y eritrocitos produciéndose depósito de fibrina, transformando el edema en "duro", que si presenta solución de continuidad de la piel por un traumatismo, predispone a la inflamación, ulceración e infección.
Habitualmente se manifiestan por cansancio o pesadez de las pantorrillas, dolor o parestesias; pudiendo observarse a la inspección edemas, induración, cambios en la pigmentación y en la sensibilidad. Otras veces dermatitis o úlceras que pueden complicarse con hemorragias o trombosis, que constituyen las complicaciones más frecuentes de ésta patología durante esta situación especial que constituye la gestación. Además cabe señalar otro tipo de complicaciones varicosas frecuentes en el embarazo como son las várices vulvares y las hemorroides.
En general, si existe un cuadro ya instalado, el embarazo actúa en detrimento de las várices, favoreciendo la evolución de las mismas, obligando a encarar otro tipo de medidas terapéuticas.
Todo parece indicar que el tratamiento se impone ante los primeros síntomas, aunque las várices no sean muy visibles y dolorosas, para evitar que empeoren, pero se nos plantea la duda durante la gestación, ya que en gran medida los síntomas remiten al concluir el embarazo.
Actualmente contamos con medidas terapéuticas tendientes a mejorar la circulación con el uso de venotónicos, o calmar el dolor (ultrasonido, presoterapia y drenaje linfático cuando se asocia a celulitis). De las opciones terapéuticas vigentes como la escleroterapia, crioterapia, diatermocoagulación y electrofulguración o el uso de rayos láser, la mesoterapia, la microcirugía y el tatuaje dérmico son utilizados para resolver trastornos menores, y quedan hoy relegadas las técnicas quirúrgicas agresivas para los trastornos que cursan con insuficiencia venosa profunda.
El uso especifico de las técnicas esclerosantes han cobrado notoriedad. Utilizan drogas (aprobadas por la FDA) como el Tetradecil Sulfato Sódico, Morruato Sódico, alcohol bencílico, Oleato de etanolamina y últimamente el Aethoxyskerol o Polidocanol, que constituyen una interesante propuesta cosmética. Pero no siempre es posible utilizar cualquiera de estas técnicas en pacientes embarazadas, sobre todo cuando hay várices vulvares o cuando hay amenaza de rotura de grandes venas varicosas en la cercanía de una úlcera de la pierna. Si se encuentra indicado utilizar la inyección local en la embarazada, cuando hay que resolver transitoriamente un problema clínico de importancia. Los fundamentos expresados por los que se oponen a esta eventualidad terapéutica son la posibilidad cierta de trombosis venosa profunda, hecho que también se registra en personas ancianas, sedentarias y obesas.

Comentarios: por más que resulte interesante la idea del uso de técnicas poco agresivas y de buenos resultados estéticos con el uso de estos alcoholes, sería conveniente utilizarlos solamente ante precisas indicaciones en el embarazo y ser muy cautos frente a la cambiante hemodinamia de la gestación.

INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO DURANTE EL EMBARAZO



Palabras claves: tracto urinario, infección, embarazo

Las infecciones del tracto urinario (ITU) representan el 10% de las consultas de la mujeres, y el 15% de las mujeres padecen de ITU en el transcurso de su vida. Durante el embarazo presenta una incidencia del 8%.
Las mujeres gestantes presentan un riesgo incrementado de ITU, debido que a partir de la semana 6 y con un pico en la semana 22-24, aproximadamente el 90% de las mujeres gestantes desarrollan dilatación ureteral (hidronefrosis del embarazo). El volumen incrementado de la vejiga con disminución del tono vesical, además de la disminución del tono ureteral, contribuye a incrementar el estasis urinario y el reflujo vesico-ureteral. Adicionalmente, el incremento fisiológico del volumen plasmático dsiminuye la concentración urinaria, y más del 70% de las mujeres gestantes desarrollan glucosuria, facilitando el crecimiento bacteriano en la orina.
Los micro-organismos que causan ITU durante el embarazo son: Escherichia coli (80-90%), otras bacterias Gram-negativas (Proteus mirabilis y Klebsiella pneumoniae, bacterias Gram-positivas (Streptococcus del grupo B y Staphylococcus saprophyticus), y otros organismos menos comunes como enterococos, Gardnerella vaginalis y Ureaplasma ureolyticum.
Las ITU presentan tres presentaciones principales: bacteriuria asintomática, cistitis aguda, y pielonefritis.

Bacteriruia asintomática:
Los pacientes con bacteriuria asintomática (>10.000 unidades formadoras de colonias por ml) tienen un riesgo elevado de producir pielonefritis. Esta bacteriuria asintomática no tratada desarrolla cistitis sintomática en el 30%, que puede desarrollar pielonefritis en el 50% de los casos. Además, se asocia con riesgo incrementado de retardo del crecimiento intrauterino y recién nacidos con bajo peso al nacer y de pretérmino secundario a trabajo de parto prematuro.
Por lo expresado, el American College of Obstetrics and Gynecology recomienda el screening de ITU por medio de la realización de urocultivo en la primera visita prenatal; o entre las semanas 12 a 16 de gestación como recomienda la U.S. Preventive Services Task Force.
El screening de bacteriurias asintomáticas en mujeres gestantes y su tratamineto agresivo (durante 7-10 días para disminuir el riesgo de recurrencias), disminuye significativamente la incidencia anual de pielonefritis y es costo-efectiva. La elección del antimicrobiano debe estar dirigido para los agentes etiológicos más frecuentes, y debe ser seguro para la madre y el feto. La droga de elección es la ampicilina (presenta 20-30% de resistencia), nitrofurantoína, cefalosporinas, fosfomicina (en única dosis), sulfonamidas (solo en el 1er. o 2do. trimestre, por el riesgo de producir kernicterus si es administrado en el 3er. trimestre). Las fluoroquinolonas y las tetraciclinas están contraindicadas por posibles efectos tóxicos en el feto.
Luego de completar el tratamiento antibiótico se debe realizar urocultivo de control para documentar el éxito de la erradicación.

Cistitis aguda:
La paciente presenta síntomas como disuria, polaquiuria y urgencia miccional, en un paciente afebril y sin evidencia de enfermedad sistémica. El tratamiento antibiótico debe ser iniciado antes de obtener el resultado del urocultivo, dirigido a los patógenos más frecuentes, y luego rotar el mismo según sensibilidad del micro-organismo aislado, durante 7-10 días.

Pielonefritis aguda:
La pielonefritis aguda durante el embarazo puede producir complicaciones serias como sepsis materna y amenaza de parto prematuro. El diagnóstico es realizado en presencia de bacteriuria acompañado de síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos, nauseas, vómitos y dolor en los flancos. Los síntomas urinarios bajos pueden no estar presentes. Requiere tratamiento agresivo, la hospitalización se indica ante signos de sepsis, vómitos con deshidratación, y contracciones uterinas. Requiere administración de antibióticos en forma parenteral hasta que la paciente se encuentre afebril, normalmente responden luego de 24-48 hs. La principal causa de la falta de respuesta al tratamiento es la resistencia antibiótica, y menos frecuente son anormalidades anatómicas, abscesos perinéfricos o urolitiasis.

Recurrencia y profilaxis:
La recurrencia se produce en 4-5%. Una simple dosis post-coital o supresión diaria con cefalexina o nitrofurantoína en pacientes con ITU recurrente es efectiva.

Comentario:
Las complicaciones maternas y neonatales de la ITU durante el embarazo pueden ser devastadoras, por que se debe realizar screening en el control prenatal y si se detectan algunas de las 3 formas clínicas realizar el tratamiento correcto.

ANTICONCEPCIÓN POSTCOITAL DE EMERGENCIA



Palabras claves: anticoncepción postcoital

El uso de métodos efectivos y seguros de anticoncepción postcoital podrían evitar gran cantidad de embarazos no deseados y como consecuencia de ello los abortos. De las gestaciones que terminan en abortos, solo el 1% han recibido anticoncepción de emergencia.
Las opciones disponibles para realizar anticoncepción de emergencia incluyen una combinación de estrógenos y progestágenos (etinilestradiol con levonorgestrel), progestágenos solos (levonorgestrel), antiprogestágenos sintéticos (mifepristone), estrógenos solos (altas dosis de etinilestradiol), y dispositivo intrauterino (DIU) de cobre.

Métodos de anticoncepción de emergencia

Régimen
Dosis
Tiempo de la primera dosis después del intercurso no protegido
Eficacia
Estrógenos y progestágenos (Régimen de Yuzpe)
100 mg de etinilestradiol y 0,5 mg de levonorgestrel, en 2 dosis separadas por 12 hs.
0 a 72 hs.
75%
Levonorgetrel
0,75 mg, en 2 dosis separadas por 12 hs.
0 a 72 hs.

75-85%
Estrógenos en altas dosis
mg de etinilestradiol por día durante 5 días
0 a 72 hs.
Equivalente a estrógenos más progestágenos
Mifepristone
Única dosis de 10, 50 o 600 mg
0 a 120 hs.
85-100%
DIU de cobre

0 a 120 hs. después del día estimado de la ovulación
99%

El mecanismo de acción en humanos no es completamente conocido debido a las limitaciones éticas para realizar estudios.
El estrógeno y la progesterona, solos o en combinación, inhiben o demoran la ovulación. La evidencia es menor con respecto a su acción sobre la fertilización, transporte del gameto, endometrio, y funcionamiento del cuerpo lúteo o implantación. No es efectivo en un embrión implantado.
La mifepristone inhibe la ovulación y bloquea la implantación por demorar la maduración del endometrio.
El DIU de cobre inhibe la fertilización por su efecto tóxico sobre el esperma y bloquea la implantación por su efecto en el endometrio.
Solamente la mifepristone es efectivo cuando la implantación ha ocurrido, interrumpiendo el embarazo tempranamente. Su efectividad depende de qué punto del ciclo reproductivo se encuentra la mujer cuando el método es utilizado.
El médico debe estimar la posibilidad de concepción cuando se considera utilizar anticoncepción de emergencia, teniendo en cuenta que:
a-      La mujer es fértil solo durante 6 días del ciclo, y que finaliza en el día de la ovulación.
b-     El esperma puede sobrevivir en el tracto genital femenino por más de 5 días.
c-      El tiempo entre la fertilización y la implantación es de 7 días.

Los efectos colaterales más comunes de la combinación de estrógenos y progestágenos (etinilestradiol con levonorgestrel) son nauseas (50%) y vómitos (20%) por lo que algunos médicos utilizan rutinariamente medicación antiemética. Menos comúnmente puede ocurrir  menstruación masiva y mastalgia.
No existe otra contraindicación absoluta de todos estos métodos más que el embarazo. No se han detectados efectos teratogénicos por el tratamiento

Indicaciones de la anticoncepción de emergencia
1-     Intercurso sin protección contraceptiva, incluyendo retiro incompleto antes de la eyaculación o eyaculación en genitales externos.
2-     Métodos de barrera insertados incorrectamente, salidos o desgarrados durante el intercurso o retirados tempranamente.
3-     Expulsión inadvertida o expulsión parcial del DIU.
4-     Falta de ingesta de la píldoras anticonceptivas (3 o más dosis) en las 2 semanas precedentes al intercurso
5-     Exposición a posibles agentes teratogénicos, como ser vacunas con agentes vivos, drogas citotóxicas, exposición prolongada a rayos X.
6-     Violación sexual

Indicaciones de examen pélvico antes del uso de contracepción de emergencia:
1-     Sospecha de embarazo.
2-     Evaluación de enfermedades de transmisión sexual.
3-     Consideración de la inserción de DIU.
4-     Papanicolaou previo no realizado

Las pacientes deben ser advertidas que en el 98% de los casos el sangrado ocurre dentro de los 21 días del uso de la anticoncepción de emergencia. Si no ocurre sangrado en 4 semanas, se debe realizar el test de embarazo.

Comentario:
La anticoncepción de emergencia debe ser discutida en todas la visitas de salud preventiva, focalizando la misma en el control de la sexualidad y la natalidad, ya que la educación de las mujeres es la opción más efectiva.

PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA MIGRAÑA MENSTRUAL



Palabras claves: migraña menstrual, profilaxis, tratamiento.

La migraña es una enfermedad que afecta más a las mujeres que a los hombres, se presenta a cualquier edad pero principalmente en edad reproductiva, donde afecta al 25% de las mujeres, un tercio de las mismas con aura. El 60-70% de los casos se relaciona con el ciclo menstrual. Cuando ocurre entre el día –2 y +3 del ciclo se considera como migraña menstrual y cuando ocurre entre el día –7 y –3 se asocia al sindrome premenstrual.
Las causas de la migraña menstrual se relacionan con una respuesta de neurotransmisores exagerada o anormal de los cambios cíclicos normales en las hormonas ováricas. También se han propuestos una relación con la dismodulación de la respuesta serotoninérgica, opioidérgica y dopaminérgica.
La migraña menstrual ocurre durante o después que caen los niveles de estradiol, o sea, después de la ovulación y antes de la menstruación. También se asocia con la dismenorrea debido a la secreción de prostaglandinas F2-alfa (PGF2-a) que es máxima durante la menstruación y estimula las contracciones uterinas causando dolor.
El episodio migrañoso consta de varias fases:
1-     El prodromo: Ocurre 12-24 hs. antes del ataque, es variable según el individuo, y puede manifestarse como fatiga, euforia o depresión, aumento del apetito, fotofobia, fonofobia, e hiperosmia.
2-     El aura: Se presenta en el 20% de los casos, dura de 5 a 20 minutos y ocurre de 20 a 60 minutos antes del episodio migrañoso. El aura más común es el visual (fotopsias o escotomas), pero además se puede manifestar como parestesias, entumecimiento o paresias, disfasia o afasia.
3-     El dolor de cabeza: La migraña es usualmente pulsátil y agravado por el movimiento. Suele acompañarse de nauseas en el 90% de los casos, y a veces vómitos.

El tratamiento consiste en medidas profilácticas y sintomáticas.
Se debe reconocer y evitar los factores que agravan el episodio, como evitar el consumo de alcohol y de alimentos que contienen tiramina (quesos) o feniletilamina (chocolates), pérdida de horarios habituales de comidas, y conciliar el sueño tardíamente.
Las técnicas de retroalimentación como respiración profunda, relajación muscular progresiva, y visualización no son tan efectivas para reducir la migraña menstrual como para la migraña no menstrual.
Un estilo de vida saludable es útil como medida preventiva, sobre todo actividad física y ejercicio que contribuyen a disminuir el estrés.

Las drogas utilizadas en la migraña menstrual varian según sea para profilaxis o tratamiento

Profilaxis de la migraña menstrual
Grupo
Drogas
Dosis
Estradiol (iniciar 2-3 días antes de la migraña)
Estradiol en parches
1-4 parches en 1 semana
AINEs* (iniciar 1 semana antes de la migraña)
Naproxeno
550 mg 2 veces por día
Ketoprofeno
75 mg 3 veces por día
Ketoprofeno de liberación prolongada
200 mg/día
Ibuprofeno
300 mg 2-3 veces por día
Äcido mefenámico
250 mg 2-3 veces por día
*AINEs: Antiinflamatorios no esteroideos

Tratamiento de la migraña menstrual aguda

Drogas

Dosis
Para dolor leve a moderado
Acetaminofeno con o sin cafeína
Variable
Aspirina con o sin cafeína
Variable
Naproxeno
375-750 mg
Ibuprofeno
600-800 mg

Para dolor moderado a severo

Ketorolac
10-20 mg (VO) o 30-60 mg (IM)
Sumatriptán
50 mg (VO) o 6 mg (SC)
Dihidroergotamina
1 mg (SC o IM) o 0,5 mg (IV)

En casos de migraña menstrual resistente a agentes antes descriptos pueden ser utilizados otras drogas como: tamoxifeno (5-10 mg/d), bromocriptina (2,5-5 mg/d), danazol (200-600 mg/d), fluoxetina, hormona liberadora de gonadotrofinas (Gn-RH), reemplazo hormonal, agonistas y antagonistas opioideos, narcóticos (meperidina), y neurolépticos (clorpromazina).

Comentario:
La migraña menstrual es frecuente en mujeres en edad fértil, y causa gran malestar, muchas veces agravado por asociarse con otros trastornos menstruales, por lo que los médicos deben tratar de prevenir, y cuando es necesario realizar tratamiento de comprobada eficacia.

SCREENING DE CÁNCER DE CUELLO UTERINO: CUANDO COMENZAR, CUANDO FINALIZAR, FRECUENCIA Y NUEVOS MÉTODOS



Palabras claves: screening, cáncer cervical, Papanicolaou, Pap

El screening (detección) de cáncer cervical con un examen de Papanicolaou (Pap) anual es una de las intervenciones preventivas más efectivas que el médico puede ofrecer. Esto de debe a que se ha producido una dramática reducción en la incidencia de carcinoma de células escamosas de cervix desde que se comenzó a utilizar el método.

Está ampliamente aceptado que el screening de neoplasia cervical salva vidas, pero:
1-     Cuando comenzar con el screening? No es beneficioso antes de comenzar la actividad sexual (porque ello predispone a la exposición al HPV). La American Academy of Family of Phycicians, Canadian Task Force on Preventive Health Care, y U.S. Preventive Services Task Force soportan el inicio del screening al inicio de la vida sexualmente activa. En pacientes donde no se puede determinar la historia sexual fehacientemente se recomienda comenzar desde los 18 años (American Cancer Society y American College of Obstetricians and Gynecologists). En países con bajo riesgo de cáncer cervical como Reino Unido se recomienda a partir de los 21 años, y en Finlandia a partir de los 30 años.
2-     Cuando finalizar el screening? Con la edad disminuye la incidencia de cáncer de cervix, por lo que no presenta beneficio en mujeres mayores (65-69 años) , o que presenten histerectomía total, o con screening anuales realizados en forma regular con resultados negativos (no evidencia de displasia cervical reciente).
3-     Frecuencia del screening: La frecuencia depende de la sensibilidad del método. Es aceptado la realización en forma anual. El Pap es poco sensible con un solo resultado normal, pero aumenta la sensibilidad acumulativa con tres estudios consecutivos normales, por lo que luego se podrían realizar cada 3 años en mujeres inmunocompetentes. El screening anual debe continuarse en mujeres con ciertos factores de riesgo como: primer intercurso sexual a una edad menor de los 18 años, múltiples parejas sexuales o cónyuge con múltiples parejas sexuales, tabaquismo, o bajo nivel socioeconómico. En pacientes inmunocomprometidas se debe realizar dos exámenes separados por 6 meses, si son normales se debe continuar en forma anual.
4-     Nuevos métodos de screening: Las técnicas más comunes utilizadas son el análisis y colección citológica basada en líquidos, y la reevaluación de la muestra convencional inicialmente interpretada como negativa en base a una revisión manual o con técnicas computarizadas. La combinación de ambas técnicas eleva la sensibilidad y los costos. También existen nuevos test de detección de HPV

Comentario:
El Pap es el modelo de una intervención preventiva exitosa. En el futuro, la combinación de técnicas y estrategias prometen ser más efectivas, seguras, y de menor costo; debiendo el médico considerar los costos y consecuencias de test falsos positivos con los beneficios de los resultados de elevada sensibilidad.

TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL



Palabras claves: Terapia de reemplazo hormonal, recomendaciones

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) postmenopáusica es prescripta primariamente para aliviar los síntomas vasomotores, pero además previene o demora la evolución de otras enfermedades crónicas (enfermedades cardiovasculares, cáncer osteoporosis, y declinación cognitiva)

En base a la evidencia actual podemos afirmar que:

A- Beneficios comprobados:
1-      Síntomas de menopausia: La TRH es altamente efectiva en controlar los síntomas vasomotores y genitourinarios.
2-      Osteoporosis: Los estrógenos inhiben la pérdida de masa ósea relacionada con la edad postmenopáusica, reducen el riesgo de fracturas vertebrales y de cadera. Este efecto puede ser potenciado con el uso conjunto de bifosfonatos, raloxifeno, calcio, vitamina D y actividad física.

B- Riesgos comprobados
1-      Cáncer endometrial: El uso de estrógenos sin progestágenos como TRH por largo tiempo incrementa el riesgo de cáncer endometrial, este riesgo se anula agregando progestágenos en dosis suficiente.
2-      Tromoboembolismo venoso: El uso de estrógenos aumenta 2-3,5 veces el riesgo de tromboembolismo venoso.

C- Probables incrementos en el riesgo:
1-      Cáncer de mama: Datos recientes indican que la terapia combinada de estrógenos y progestágenos puede incrementar el riesgo de cáncer de mama en mayor medida que cuando se utiliza terapia con estrógenos únicamente.
2-      Enfermedad vesicular: El riesgo de litiasis vesicular y colecistectomías se encuentra incrementado 2-3 veces en mujeres postmenopáusicas que reciben estrógenos.

D- Áreas de incertidumbre: Requieren nuevos estudios por presentar actualmente datos contradictorios.
1-      Enfermedad coronaria: El efecto cardioprotector de la TRH ha sido estudiado, y los datos sugieren que el riesgo de enfermedad coronaria es del 35 al 50% más baja en mujeres que reciben estrógenos, al disminuir los niveles de LDL en un 10-14%, y elevar los niveles de HDL en 7-8%. Efecto adicional presentan por reducir lipoproteína Lp(a), inhibir la oxidación de LDL, mejorar la función vascular endotelial, y revertir el incremento postmenopáusico de fibrinógeno y del inhibidor del activador del plasminógeno tipo I. Al mismo tiempo producen otros efectos no beneficiosos como el incremento de triglicéridos, activación de la coagulación como resultado del incremento en el factor VII, fragmentos de protrombina 1 y 2, y fibrinopéptido A, y incremento en los niveles de proteína C reactiva. En base a los datos obtenidos de estudios randomizados, la TRH no reduce el riesgo de eventos cardiovasculares en mujeres con enfermedad cardiovascular establecida. Con respecto a mujeres sin enfermedad coronaria, no existe evidencia de que produzca un claro beneficio.
2-      Cáncer colorectal: Algunos estudios sugieren que el uso de TRH reduce el riesgo de cáncer colorectal.
3-      Disfunción cognitiva: Algunos estudios observacionales sugieren que la disfunción cognitiva o enfermedad de Alzheimer se desarrolla en menor porcentaje en mujeres postmenopáusicas que reciben TRH, pero esta hipótesis no se ha comprobado en otros estudios.
4-      Cáncer de ovario y otras enfermedades: Requiere confirmación los datos que sugieren que la TRH incrementa el riesgo de cáncer de ovario y ciertas enfermedades vasculares del colágeno, y disminución del riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.

Todas las recomendaciones que figuran en las guías para la práctica clínica se hacen en base a la evaluación de riesgo/beneficio deben ser individualizadas, teniendo en cuenta sobre todo la enfermedad cardiovascular coronaria.
En primer lugar el médico debe determinar la indicación para iniciar la TRH:
1-      Control de síntomas postmenopáusicos
2-      Prevención o tratamiento de la osteoporosis
Siempre se debe discutir con la paciente la forma de administración, riesgos, beneficios. Informar sobre posibles efectos colaterales, y evaluar rutinariamente posibles contraindicaciones.
Cursos cortos de TRH (menos de 5 años) son apropiados para controlar síntomas postmenopáusicos en pacientes sin contraindicaciones para el uso de hormonas, pero debería evitarse o considerarse únicamente como terapia de segunda línea en mujeres con enfermedad coronaria por elevar el riesgo de eventos cardiovasculares. Estrategias alternativas incluyen el uso de clonidina, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o cremas intravaginales con estrógenos
Cursos prolongados de TRH (5 años o más) se encuentra indicada en pacientes con osteoporosis u osteopenia documentada, o riesgo aumentado en padecerla que no tienen historia personal o familiar de cáncer de mama u otras contraindicaciones. Pruebas para detectar osteoporosis se encuentra indicado en mujeres mayores de 65 años, o en aquellas mujeres más jóvenes que presenten historia familiar u otros factores de riesgo para osteoporosis. Deben considerarse otras estrategias preventivas para la osteoporosis como incremento en la actividad física, adecuado consumo de calcio y vitamina D, y el uso de bifosfonatos o moduladores selectivos de los receptores de estrógenos. Para la prevención de enfermedad coronaria, es importante considerar evitar el tabaquismo, incremento en la actividad física, dieta saludable, y en casos de ser necesario utilizar agentes antihipertensivos y agentes hipolipemiantes.

Comentario:
El principio central es que la menopausia no siempre se requiere ser tratada farmacológicamente. Cambios en el estilo de vida, como cesar de fumar, incrementar la actividad física, y mantener una dieta saludable, puede ser útil para controlar los síntomas y prevenir enfermedades crónicas. En algunas mujeres cumple un rol muy importante la TRH, por lo que se debe considerar sus indicaciones y contraindicaciones, guiado por las preferencias de la paciente.

RIESGO DE RUPTURA UTERINA DURANTE EL PARTO EN MUJERES CON UN PARTO POR CESAREA PREVIA



Palabras claves: ruptura uterina, cesárea previa, riesgo de complicaciones
En Estados unidos el 60% de las mujeres con un parto por cesárea previa presentan un trabajo de parto en embarazos subsiguientes. Existe el concepto que el trabajo de parto puede incrementar el riesgo de complicaciones maternas comparados con partos por cesáreas electivas. La complicación más temida es la ruptura uterina, que es poco común pero seria, y puede resultar en una histerectomía, injurias urológicas, necesidad de transfusiones sanguíneas, muerte materna, y complicaciones perinatales (deterioro neurológico y muerte).
Los estudios realizados hasta el momento buscando relación entre el trabajo de parto y la ruptura uterina, tienen limitaciones y presentan resultados inconsistentes, y no tienen en cuenta los trabajos de parto iniciados espontáneamente con los inducidos con prostaglandinas, y mujeres con repetidos partos por cesárea sin trabajo de parto comparados con mujeres con un solo parto realizado por cesárea.
Por lo expuesto M. Lydon-Rochelle y col. diseñaron un estudio de cohorte retrospectivo, incluyendo 20.095 mujeres primíparas con un único parto previo realizado por cesárea, encontrando que la ruptura uterina presenta una incidencia de 4,5 casos en segundos embarazos simples cada 1000 mujeres, y fue asociado con un incremento significativo en el riesgo de ruptura uterina, este riesgo comparado con cesáreas repetidas sin trabajo de parto fue:
a- 3,3 veces mayor en mujeres con trabajo de parto espontáneo,
b- 4,9 veces mayor en trabajo de parto inducido sin prostaglandinas,
c- 15,6 veces más elevado en trabajos de parto inducido con prostaglandinas.
Según el estudio, el riesgo no varía cuando se excluyen otras enfermedades concurrentes como diabetes mellitus, hipertensión crónica, preeclampsia, presentación podálica, herpes genital, o placenta previa.
Las complicaciones postparto fueron significativamente más frecuentes en mujeres con ruptura uterina con respecto a aquellas que no la presentan, como ser anemia post-hemorrágica severa, infección puerperal mayor, injuria vesical, íleo paralítico, histerectomía, complicaciones de la anestesia y de la cirugía obstétrica, hospitalización materna mayor de 5 días, y muerte del infante.


Comentario:
En base a los datos de este estudio, la inducción del trabajo de parto incrementa el riesgo de ruptura uterina en mujeres con una cesárea previa, y que la inducción con prostaglandinas presenta el riesgo más elevado, esto depende de la preparación utilizada, el régimen, y el grado de dilatación cervical.